1. La ciudad más católica del mundo la fundó en Florida el dueño de una cadena de pizzerías.
El ex dueño de la cadena Domino’s Pizza, Thomas Monagan, fundó hace seis años en Florida una pequeña ciudad a la que bautizó con el nombre de Ave María. Se encuentra a unos cien km al este de Miami y muchas de sus calles tienen nombres de santos. Monagan, ferviente católico, quiso dotar a esta ciudad de una Universidad donde brindan una sólida formación ética y religiosa. La ciudad cuenta con supermercado, centros recreativos y catedral. De acuerdo a su filosofía y a este reportaje de la cadena Univisión, en ninguno de sus comercios se venden preservativos o pornografía.
2. Un cardenal no manda más que un obispo
El de cardenal es el título eclesiástico de mayor dignidad en la Iglesia, después del de Papa. Pero un cardenal, por el hecho de serlo, no manda en un territorio de la Iglesia más que el obispo de esa diócesis. Según el derecho canónico, el obispo es la máxima autoridad pastoral de la diócesis. Ni los cardenales ni el Papa (salvo en las cuestiones ya previstas en el ordenamiento jurídico) intervienen en la organización cotidiana de las diócesis.
3. ¿El papa es infalible? Sólo en muy poquitas cosas
El dogma de la infalibilidad del Papa no significa que los católicos deban creer que el Papa no puede equivocarse en nada. El dogma de la infalibilidad papal está muy acotado: tiene que tratarse de una cuestión doctrinal en materia de fe o costumbres (es decir: no política, económica o de otro asunto) y estar dirigiéndose a toda la Iglesia como Pastor universal. Con estas condiciones, su palabra se convierte en última e irrevocable. Un Papa no puede cambiar las decisiones del anterior en este terreno.
4. ¿Por qué visten de rojo los cardenales? Por la sangre...
Cuando el Papa les nombra cardenales y les impone la birreta (el sombrero característico de los cardenales), dice en latín: "es roja para significar que debéis estar dispuestos a comportaros con fortaleza, hasta el derramamiento de la sangre, por el incremento de la fe cristiana, por la paz y la tranquilidad del Pueblo de Dios y por la libertad y la difusión de la Santa Iglesia Romana".
5. Al último papa que renunció... le metieron en la cárcel
Además de Benedicto XVI, sólo ha habido un sumo pontífice que haya renunciado al cargo de manera voluntaria. Se trató de Celestino V, un eremita del siglo XII al que obligaron a ejercer de Papa como solución de consenso entre bandos de cardenales enfrentados entre sí. Cuando fue consciente de la situación, y de que sus condiciones no eran las adecuadas (no sabía ni siquiera latín y conocía muy poco el derecho canónico) decidió renunciar. Su sucesor, Bonifacio VIII, le encarceló para quitarse problemas. (Leer aquí una breve historia de Clemente V)
6. El papa no es el único sacerdote que puede vestir de blanco
Las normas de la Iglesia exigen que los sacerdotes vistan hábito talar (traje eclesiástico que llega a los talones) o sotana. Que ésta sea de color negro obedece a una costumbre, no a un mandato. El negro simboliza la austeridad y el apartamiento del mundo. Sin embargo, es un color que atrae la luz y hace insoportable la vida en países tropicales de América, Asia o África. No es raro que es esas latitudes muchos sacerdotes vayan vestidos de blanco... como el Papa.
7. ¿Ciudad Santa? Sólo cuatro papas han estado en Jerusalén
A pesar de que Jerusalén es la ciudad donde se produjo el evento más importante de la Historia de la Iglesia, la resurrección de Cristo, sólo cuatro papas han pisado Tierra Santa durante su pontificado: San Pedro, en el siglo I, Pablo VI y Juan Pablo II, en el siglo XX, y Benedicto XVI en el XXI. Durante casi dos mil años, ningún pontífice puso pie en la tierra de Jesús.