El estudio fue realizado en la Universidad de Harvard.
Los investigadores analizaron los datos de 93.600 mujeres de 25 a 42 años. Llenaron durante 18 años cada cuatro años en un cuestionario sobre sus hábitos alimenticios.
Durante el estudio, 405 participantes de un ataque al corazón. Las mujeres que consumían la mayor cantidad de arándanos y fresas, eran 32 por ciento menos de riesgo de ataque al corazón que las mujeres que comían bayas como máximo una vez al mes.
Los investigadores ajustaron los factores que podrían sesgar los resultados, como la edad, la hipertensión arterial, el IMC, el ejercicio, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la incidencia de ataques cardíacos en la familia.
Los flavonoides
Los arándanos y las fresas, pero también uva, berenjena y otras frutas y verduras contienen muchos flavonoides. Los investigadores observaron específicamente los arándanos y las fresas, porque son mucho más consumidos en los Estados Unidos. Una variante particular de flavonoides, antocianidinas, tiene un efecto beneficioso sobre el corazón y los vasos sanguíneos. Ellos se dilatan las venas y pueden prevenir la formación de depósitos grasos en las arterias (la placa).