La cavidad oral oral contiene una gran cantidad de microorganismos que forman parte de su flora normal y que van aumentando con la edad y por lo tanto no producen ninguna enfermedad en una persona sana.
Si se usan muchos antibióticos por enfermedades auto limitadas, esta flora puede alterarse y convertir la flora no patógena en microorganismos resistentes capaces de transmitirse por la saliva.
Cuando la persona se enferma por microorganismos usualmente virales como el que produce la mononucleosis infecciosa, el herpes simplex, hepatitis B, influenza, etc. se lo transmitirá a una persona sana.
Si la persona tiene un problema de inmunodeficiencia, cualquier contacto con saliva puede poner en riesgo su vida.
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